Hasta siempre comandante
Marzo 9, 2007
Ciudad Universitaria, D.F. México
Un montón (las cifras sobran) de jóvenes cantando la simpatía, la marihuana (ésta, no sólo se canta), los amigos y los recuerdos melódicos de una historia increíblemente miserable.
Hasta siempre comandante, puños en el aire, un recordatorio del sueño de revolucionarios que aún guardamos, creo, demasiado bien. Notas musicales que nos remiten inevitablemente al coraje de lo que hemos sabido siembre, la injusticia, los injustos cambian de nombre pero siguen siendo y siguen estando.
El son jarocho con arpa, requinto y todo. El café, el baile y la bruja. Échame una lima, un limón, la graciosa pérdida de los sentidos cuando nos enamoramos, la maravilla que es Cien años de soledad con ritmo bailable, tan disfrutable. Nada extra. Una explanada, el aire, mucho calor, mal sonido, papalotes en el cielo, pero esencialmente, un buen rato de viernes por la tarde.
L.R.
