ay!...
Ya no recordaba tus manos, tu voz, tus labios, tus ojos...ni siquiera compartíamos el mismo huso horario… y de repente, una tarde de noviembre apareciste como si nada, sin más que con la sonrisa que te hace mágico…
Y me revolviste toda toda, como la primera vez que te vi… y quise besarte y quise volver a olvidarte.
Y me revolviste toda toda, como la primera vez que te vi… y quise besarte y quise volver a olvidarte.
1 Comments:
asi son las tardes de noviembre, siempre vienen cargadas con un recuerdo que se hace presente. Pero la magia no es un recuerdo, sino una constante de vida, profundamente inalcanzable.
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