Ojos que Escriben

Saturday, September 30, 2006

La última

Llovía fuerte. Una comida, con una pequeña dosis de perdición. Unos cuantos, amontonados en un pedacito de jardín, con un poco menos de cordura, un poco menos de coherencia, sólo con el momento, que quien sabe si existirá después.
un vodka, tratando de abordar la noche que se agota… la semana que termina, los sueños que se extinguen... la vida universitaria que se acaba.
Está por terminar... se me hizo una eternidad que pasó en un abrir y cerrar de ojos. (De unos ojos que escriben y que son los míos). Parece que fue ayer cuando tuve mi primera clase. Algebra, a las 7am, un lunes de agosto del 2002, parece que fue ayer, pero ha pasado taaaaanto...
Ayer fue la última comida.
inevitablemenete siento como se cierra el círculo y está bien, pero siempre es díficil cerrar círculos...
y quien sabe qué vendra después
pero algo bueno ha de ser

Tuesday, September 19, 2006


.____A punto de no comenzar___.

[[[Cruzo la frontera del adiós y compro el tequila. Dispuesta a volar casi por primera vez muestro mi boleto a un asistente de la aerolínea. Su cara no me gusta y menos lo que me dice: “corra a la sala 34, pero corra, porque si no, no llega”.

No lo creo, parecía que mi mala fama de impuntual terminaría ahí, en su lugar de origen. Pero resulta que ésa, la impuntualidad, también me la llevo junto con las mañas aquellas que les da mamitis solo de pensar que se les cambia algo adentro o afuera si su sitio se les va.

Volteo a ver el primer letrero que arañan mis ojos. Sala diecinueve. El colmo... 1:55, y yo a pasillos y pasillos de mi destino. Tomo con fuerza la maleta, me cuelgo la mochila y el neceser, y claro, la botella de tequila que venía con un caballito de regalo; que por cierto, me costo once dólares, bueno, en realidad fueron diez porque se me acabó el dinero en el centavo numero nueve del décimo dólar y la cajera tuvo que pronunciar las palabras mágicas: “ya déjalo así”.

Y así lo dejé. ¡Pero como dejar el avión! Me detengo a preguntarle a un joven de chaleco naranja si queda lejos la sala 34. Por un momento me pasa por la cabeza que tal vez este joven había comprado su chaleco uno de esos días en los que uno quiere ser un “poco distinto” a los demás, pero no, claro, trabajaba en el aeropuerto como el resto del personal de chaleco vistoso. “Mira, toma uno de esos carritos y llegas de volada.”

Nunca dijo si estaba lejos y nunca vi un carrito desocupado. Cuarenta kilos entre mis manos y mi espalda recorrían aquel largo pasillo con una luz burlona al fondo, recordándome que podía llegar a tiempo sólo si soltaba las cosas y corría a decir que me esperaran... ilusa.

Apreté el paso, y realmente estaba apretado, porque si me aflojaba se me caía todo... hasta la botella de un dólar disparado. Mientras recorría las salas se veían algunos bares y restaurantes, la gente charlaba de la manera más amena, y yo, le encomendaba a mis piernas aguantar un poco más, otro poquito.

Se escuchó una voz sumamente amable que dijo: “ésta es la última llamada para que los pasajeros del vuelo 880 aborden su avión con destino a la ciudad Montreal”. Nooooooo... siempre había querido estar en esta parte en donde se ven los aviones tan cerca y uno comprende como los acomodan y como les quitan la escalera y como cierran el compartimiento del equipaje y como suben los pilotos y las azafatas y..... voltea hacia enfrente y ya no veas que te distraes.

“Esta es la última llamada para los pasajeros del vuelo 880 con destino a la ciudad de Montreal”. Mi frente ya estaba perleada y yo apenas veía el letrero con el número 30. “Ésta es la última llamada para que la señorita ... ... ... aborde el avión con destino a la ciudad de Montreal”. Sentía que todo el mundo sabía que era yo ésa que nombraba la mujer de la voz tan amable que me recordaba de la manera más dulce que mi viaje estaba apunto de no-comenzar.

Era yo la única que corría como loquita mientras el resto de la gente tomaba café y leía el periódico en sus asientos. Un grupo de pilotos venía hacia mi, y casi me detengo a decirles ¡gracias! cuando me vieron correr y todos se hicieron a un lado en un instante.

Salida 34 y una mujer grita: “¡va a Montreal!”, “¡siiiiii...disculpe la tardanza!”. Con poco aliento y sudor en las manos saco el boleto y lo entrego. Entro corriendo al avión. Sí, era evidente, la última en abordar aquel ser alado.]]]

Éstas son solo las narices que se asoman por aquel viaje que comenzó en agosto del 2005 en un sitio vivido entre cómplices. Ahora, otro espacio las vuelve a unir para dar inicio a una nueva travesía, la de unos ojos que miran y describen, reflexionan y se explican, se encuentran y comparten... la de unos ojos, que también escriben.
Estuvimos a punto de no comenzar,
Pero ya estamos a bordo.
M.R.

Je me Souvien!!!!

Uff!!! Montreal... Tanto... tanto!!!! que no sé ni siquera por donde empezar... y es que más allá del Mont Royal, de Maisonneuve, del Oratorio St. Joseph, del las hojas de otoño bajo los pies y la infinita nieve cayendo sobre nuestras cabezas, están los momentos que ahi vivimos y las personas con las cuales los compartimos...

Los seis meses que pasé en Montreal me hicieron recordar en todo momento ese órgano que cargamos del lado izquierdo de nuestro pecho y que algunas veces, en la cuotidianidad de los dias olvidamos: por todas las emociones que senti y viví... por sus diversas experiencias, tan extremas y tan sencillas, desde una tarjeta robada hasta la suave belleza de ver la nieve caer y derretirse en el aire, pero todas con una intensidad y belleza puras e irrevocables. Allí, VIVIR, se volvió irremediable!!!

LLevo ahora conmigo, siempre, los pasos que me acompañaron, las pedaleadas de mi bicicleta Clementina, las canciones que se bailaron, las miradas que se encontraron, las lágrimas que se derramaron, la soledad de algunos momentos, la euforia, los abrazos, los besos, las noches y los amaneceres compartidos, y el inevitable adiós que tuvimos que darle a esa vida tan intensamente vivida y a quienes la hicieron unos de los mejores meses de mis casi 24 años de edad.... Je me souvien!!!!!!




















Sunday, September 10, 2006

Le Coeur dans la tête et a Montreal ó Todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar






Y en una isla tan chiquita cabe tanto de tanto... Caben 5 meses enteritos de imaginar, de pensar, de creer y de soñar cosas que antes no sabíamos siquiera que cabían en nosotros...

Caben el D.F., Frankfurt, Cairo, Londres, Tokio, Teherán, París, Monterrey, Río de Janeiro, Beirut y Sherbrooke, St. Laurent, Vendome, Ste. Catherine, Atwater, St. Dennis y así, caben todas las coincidencias que ayudaron un poquito a que seamos quienes somos hoy.

Caben también las hojas de maple, la musicalidad de un acordeón, las guerritas de nieve, las persianas de papel, los paraguas rotos, las tortillas falsas,el Mont Royal, los festivales de cine, las sobremesas interminables, los corazones rotos,un primer "thanksgiving", los conciertos de jazz, las lágrimas congeladas, las fiestas (sí, todas las fiestas), las librerias bilingües, los cumpleaños, la vitamina C, el tequila, el halloween, las mentes abiertas, los congeladores naturales, las despedidas y sobre todo caben todos los amigos...

C'est pur cela que j'ai le coeur dans la tête et a Montreal est c'est aussi pour ça que todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar...

L.R.

Saturday, September 02, 2006

Vida Surrealista

De vez en cuando regreso.
sólo cierro los ojos y sueño...

Soñaba un camino blanco con árboles rojos, de viajeros sin nombre y de historias sin final. Soñaba un camino dónde los coches no andan, lleno de momentos extraños, de días sin sentido, de noches con ruido. Era un sueño viejo, que iba y que venía. No sé de dónde habrá surgido. Tal vez de la vida misma, que la invitaba a vivir una vida surrealista.

El crujido de la madera vieja y un vientecillo que se colaba por los huecos de la pared...uuuh! abrió los ojos, ¡¡ya no era un sueño!! Estaba ahí y era momento de abrir las alas y dejarse caer…
Sólo ella en un cuarto vacío y un montón de días para convertirlos en recuerdos. Atrás se había quedado tooooodo y una mitad del corazón la la tenía contenta!... Era tiempo de anadar por nuevos caminos, de largos ratos para estar consigo...


hace una año ya, de ese despertar por aquellos lares, en los alrededores de Lachine….y después, después vino todo: las caminatas interminables, los fines de semana viajeros, la correspondencia virtual, Florianópolis, las noches en vela, el increíble dolor de un corazón partido, los amigos lejanos, los sueños ingleses, las roomies, el dulce de maple...


Lucie 047 El primer adios 025 ClaudiaNY 151 d67fre2
Boston 096 Kiran'sbirthday 002 HIM Las vías
nieveloca 005 Montreal 186 Ottawa 002 Lucie 069
>historias de una vida surrealista<
después vino todo, después vino la vida surrealista, a veces, mejor de cómo la había soñado.

C.